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Padre de la Economia

miguel 13 de noviembre del 2014 No hay comentarios

padre-de-la-economiaAdam Smith fue un titán académico que contribuyó tanto la ética y a la jurisprudencia como a la economía. Nació en 1723 en Kirkcaldy, una pequeña ciudad pesquera cerca de Edimburgo, Escocia, hijo único del funcionario de aduanas de la ciudad (quien murió antes de que el pequeño naciera). Su primer puesto académico, a la edad de 28 años, fue como profesor de lógica en la Universidad de Glasgow. Posteriormente fue tutor de un acaudalado duque escocés, a quien acompaño durante dos años en una gran gira por Europa, después de la cual recibió una pensión de 300 libras anuales, 10 veces el ingreso anual promedio de la época. Con la seguridad financiera de su pensión, Smith dedicó 10 años a escribir Una investigación sobre la naturaleza y las causas de La riqueza de las naciones, publicada en 1776. Antes de Smith mucha gente ya había escrito sobre temas económicos, pero fue él quien convirtió la economía en una ciencia. Su relación fue tan amplia y ahora se le considera el Padre de la Economia y bien documentada que ningún autor posterior sobre economía ha podido proponer alguna idea cuyos orígenes no estén conectados con los conceptos de Adam Smith.

¿Por qué algunas naciones son ricas, en tanto que otras son pobres? Esta pregunta se encuentra en el corazón de la economía y lleva directamente a una segunda pre- gunta: ¿qué pueden hacer las naciones pobres para vol- verse ricas?

Adam Smith, quien es considerado por muchos académicos como el fundador de la economia, intentó responder estas interrogantes en su libro La riqueza de las naciones, publicado en 1776. Smith reflexionó sobre estas preguntas en el apogeo de la Revolución Industrial. Durante esos años se inventaron nuevas tecnologías que se aplicaron a la fabricación de hierro y telas de algodón y de lana, al transporte y a la agricultura.

Smith quería entender cuáles eran las fuentes de la riqueza económica y utilizó sus agudos poderes de observación y abstracción para ofrecer una respuesta. Y ésta fue:

▪    La división del trabajo.

▪    Los mercados libres.

Adam Smith afirmó que la división del trabajo, es decir, la división de tareas complejas en tareas simples, en las cuales uno puede volverse experto, es la fuente para lograr “la máxima mejoría en los poderes productivos del trabajo”. La división del trabajo se volvió incluso más productiva cuando se aplicó a la creación de nuevas tecnologías. Científicos e ingenieros, adiestrados en campos muy específicas, se volvieron especialistas de la invención. Sus poderosas habilidades aceleraron el avance de la tecnología, de tal manera que para la dé- cada de 1820, las máquinas podían producir bienes
de consumo más rápido y con más precisión que cualquier trabajador manual. Y para la década de 1850, las máquinas eran capaces de hacer otras máquinas
que la mano de obra por sí sola jamás habría podido construir.

Pero, de acuerdo con Smith, los frutos de la división del trabajo pueden verse limitados por el tamaño del mercado. Para hacer el mercado tan grande como sea posible, no deben existir impedimentos al libre comercio, ni dentro de un país ni entre países. Smith argumentó que cuando cada persona hace la mejor elección económica posible, esa elección conduce, como “una mano invisible”, al mejor resultado para la sociedad en su conjunto.

para saber mas sobre la importancia de la economia visita: http://www.euriboractual.com/porque-es-importante-la-economia/

el Padre de la Economia especuló que una persona, trabajando duro y utilizando las herramientas manuales disponibles en 1770, quizá podía hacer 20 alfileres al día. Sin embargo, observó que si se utilizaban esas mismas herramientas manuales pero el proceso se dividía en un número de pequeñas operaciones individuales en las que la gente se especializara (es decir, mediante la división del trabajo), 10 personas serían capaces de fabricar el asombroso número de 48 000 alfileres al día. Una sacaba el alambre, otra lo enderezaba, la ter- cera lo cortaba, una cuarta lo afilaba y una quinta lo esmerilaba. Tres especialistas hacían la cabeza y un cuarto la fijaba. Por último, el alfiler era pulido y em- pacado. Sin embargo, para sostener la división del trabajo era necesario un mercado grande: una

fábrica que ADAM SMITHempleaba a 10 trabajadores habría necesitado vender más de 15 millones de alfileres al año para mantenerse en el negocio.

Si Adam Smith viviera hoy, estaría fascinado con los cir- pero al hacerlo, también atienden a los intereses de cuitos integrados (microchips) de las computadoras. Los

todos los demás.

vería como un ejemplo extraordinario de la productividad de la división del trabajo y del uso de máquinas para hacer máquinas que hacen otras máquinas. A partir del

Ahora

Si Adam Smith viviera hoy, estaría fascinado con los cirpero al hacerlo, también atienden a los intereses de cuitos integrados (microchips) de las vería como un ejemplo extraordinario de la productividad de la división del trabajo y del uso de máquinas para, cámaras transfieren la imagen a placas de vidrio que funcionan como esténciles. Todos dicen que si el Padre de la Economia y los trabajadores preparan las placas de silicio sobre las que se imprimen los circuitos. Algunos cortan las placas, otros las pulen y otros las recubren con una sustancia química sensible a la luz. Las máquinas transfieren una copia del circuito a la placa y las sustancias químicas graban el diseño sobre la placa. Los procesos posteriores depositan diminutos transistores y conectores de aluminio. Por último, un láser separa los cientos de circuitos de la placa. Cada etapa del proceso de creación de un circuito integrado de computadora utiliza otros circuitos integrados de computadora. Y al igual que el alfiler en 1770, el circuito integrado de computadora de hoy en día se beneficia de un mercado grande (un mercado global) capaz de adquirir las inmensas cantidades de circuitos integrados que son producidos de manera eficiente.

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